La salud mental es algo a que le tienes que prestar atención. El decrecimiento de las hormonas sexuales y los retos que se presentan a esta edad nos afectan considerablemente al punto de inhabilitarnos a realizar nuestras funciones del día a día.  Quieras o no, es una nueva etapa que no puedes evitar y la manera como la tomes determinará tu experiencia al transitarla. Para algunas esta etapa significa la oportunidad de empezar nuevos proyectos y aventuras, para otras es razón de tristeza y frustración. 

 

Por supuesto que por muy positiva que seas habrá días que te sentirás mal, ya sea que estés desmotivada, cansada, irritable, ansiosa o una combinación de estas. Los cambios hormonales cambian la manera como funciona tu cuerpo, aún cuando utilizas tratamientos con suplementos o de reemplazo hormonal, no son 100% efectivos.

 

La autoestima también es algo que se puede afectar porque tu cuerpo está cambiando y no puedes parar el tiempo. Actividades que antes hacías con facilidad y agilidad de pronto se tornan más retadoras, o no las puedes realizar más. Aunado a esto está el cambio de apariencia que para algunas son la causa de ansiedad, frustración y tristeza.

 

Sumado a todo lo anterior, se pueden presentar situaciones retadoras en el campo familiar y laboral con las que antes no habías tenido que lidiar. En el aspecto familiar quizás sea la relación con tu pareja, el hacerte cargo de tus padres, o apoyar a tus hijos en su etapa adulta. En el aspecto profesional quizás sea ver que tu rendimiento y concentración no son los mismos, posiblemente en un momento donde quieras una promoción, o ya la hayas logrado y tu nuevo cargo exija más de ti.

 

Habiendo planteado todos estos escenarios, piensa cuanto más consciente y amable puedes ser contigo misma y con los demás, si los manejas con el apoyo de un profesional. Existe una gama de disciplinas como la psicología, la psiquiatría y otras ramas de psicoterapia que tienen enfoques y técnicas diversas. Esto puede ser apabullante al principio por no saber cuál es la más indicada para ti. Por lo que te recomiendo que pidas referencias en tu círculo familiar y de amistades. Si esto no te resulta, puedes preguntar a tu doctora, ya sea convencional o de medicina integral, en centros comunitarios o buscar en las escuelas y asociaciones que están relacionadas con estas disciplinas.