Los síntomas de la premenopausia dependen de una cantidad de factores que se combinan de manera diferente en cada una de nosotras. Somos únicas porque tenemos diferentes  cargas genéticas, hemos crecido en ambientes diversos, y tenemos estilos de vida variados.

 

Los cambios que transita nuestro cuerpo durante esta etapa de nuestra se van desarrollando gradualmente, lo que hace que en algunos casos no nos demos cuenta de que están sucediendo porque los confundimos con otras condiciones, ya que los malestares y signos pueden ser parecidos.

 

Además hay que tomar en cuenta que somos seres integrales, lo que significa que nuestro físico, mente y emociones se entrelazan de una forma inseparable. Para explicarlo mejor, gran parte de los cambios en la parte cognitiva y afectiva en nosotras son debidos a las fluctuaciones hormonales. En el ángulo opuesto, muchas de las alteraciones físicas que nos suceden tienen su origen la mente o las emociones.  Aun así es más conveniente abarcarlos de manera separada lo más posible para poder simplificar un poco qué impacto trae cada estrategia.

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Síntomas físicos

• Períodos menstruales irregulares.

• Sofocos, escalofríos y sudores nocturnos.

• Disminución de lubricación e irritación vaginal. 

• Infecciones vaginales (Candida).

• Incontinencia e infecciones urinarias.

• Fatiga.

• Cambios en la piel como arrugas, pérdida de elasticidad y resistencia de la piel.

• Resequedad y pérdida del cabello.

• Aumento de peso y alojo de grasa en la zona abdominal.

• Migrañas y dolores de cabeza por tensión.

• Dolores musculares y en las articulaciones.

• Problemas digestivos.

• Tinnitus o acúfenos (sonido de timbre constante en los oídos).

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Síntomas psicológicos y emocionales

• Cambios erráticos de humor e irritabilidad.

• Insomnio y otros trastornos del sueño.

• Disminución del deseo sexual.

• Ansiedad y estrés.

• Falta de motivación.

• Baja autoestima.

• Estados depresivos.

• Déficit de concentración.

• Problemas de memoria, sobre todo a corto y mediano plazo.